Pienso en ti cuando no estás... y siento que estoy más tranquilo,
Tan tranquilo que los impulsos eléctricos que atraviesan mi ser dejan de correr,
Y la medula espinal es tan sólo un apéndice más que trata de alimentarse de la escasa sangre que corre a través de mis venas,
Tan tranquilo que mi piel no siente calor ni frío, tan sólo una sensación de vacío que cubre todo a mi alrededor,
Tan tranquilo que más que estar tranquilo estoy muerto,
Tan tranquilo que la vida me abandona,
Porque vida es lo que dejas tu en mis entrañas,
Porque un rastro de alegría es lo que dejas tú en mi alma,
Y sin ti me quedo vacío...
Y allí en el fondo del abismo se levanta mi soberbia,
Diciendo que estoy bien sin ti, que no haces falta,
Que viví sin ti, y viviré sin ti de nuevo,
Que conservo mi orgullo,
Orgullo...un grito de ira contra mi mismo,
La impotencia de no tener el coraje para pedirte que te quedes junto a mí,
De reconocer que me faltas para estar completo,
Porque antes de conocerte era un cuerpo sin alma,
Un navío sin rumbo,
Tu me das vida, me entregas los sueños, y me das esperanza.
Y mientras te extraño, nuevamente un impulso de ira se despliega en mi mente y oculta por instantes el amor que siento por ti,
Con el mismo éxito que tiene una leve lluvia ocultando el sol,
Logrando hacerlo por pequeñas fracciones de tiempo para después caer de rodillas de nuevo ante ese resplandor, y hacerse parte de su luz, haciéndolo más espléndido con los destellos de colores que se filtran a través de los cristales de agua.
Y cuando logro sentirme fuerte, e invulnerable un suspiro rompe el silencio,
Y un dolor agudo se clava en el fondo de mi pecho,
Porque me falta el alma, y los sentimientos absurdos de dignidad no son suficientes para cubrir el vacío que queda y resanar las grietas que se hacen en mi interior,
Sus cimientos no son lo suficientemente consistentes para resistir el peso de la amargura que siento ante tu ausencia,
Y aunque quiera, no dejo de verte en mis sueños,
No dejas de estar presente en mi mente, e iluminar mis días,
No dejas de ser el ángel de luz que se posa en la luna, y hace brillar las estrellas,
No dejas de ser el soplo de aire que me despierta en la mañana, y la brisa que acaricia mi cara,
No dejas de ser la mujer de mi vida.
Y el verte lejana, e indiferente termina de vencer todas las barreras que alguna vez pretendí interponer ante ti,
Y mis ideas parecen cada vez menos claras, y brillantes,
Y el absurdo se apodera de mi vida.
Acaso puede ser más racional pretender que el orgullo, y una tranquilidad falta de todo pueden ser más valiosos que un momento de inmensa alegría aunque se vea empañado con un poco de angustia y de dolor.
Acaso es racional creer que es suficiente dar un poco de ternura para alcanzar el ángel más hermoso que ha germinado en el cielo,
Acaso el precio que hay que pagar no debe ser tan infinito como la dulzura que inspira ese ser, y el amor que se siente por ti.
Y así nuevamente vuelvo junto a ti, sabiendo que nunca debí pretender alejarme,
Que estaré nuevamente esperando por ti.
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